Arrebatos de alegría

Transports de joie, Messiaen

¡Feliz jueves! Tal y como van las cosas, la alegría va haciendo falta que vuelva a nuestras vidas de una forma más intensa. La alegría de hoy es la del cristiano que experimenta ante Dios y sobre ello nos a hacer meditar en música uno de los mayores compositores que el pasado siglo XX nos ha dado. Vamos con ello.

Olivier Messiaen

De vez en cuando viene por aquí Olivier Messiaen (1908-1992), compositor francés nacido en Aviñón. Él mismo se consideraba a la par ornitólogo, compositor, organista y pianista, y todo esto a la vez que católico. A lo largo de toda su vida recogió una gran cantidad de cantos de pájaros, que transcribía casi literalmente y usaba en sus obras. «La naturaleza ofrece un inacabable tesoro de colores y sonidos, de formas y de ritmos, un modelo sin igual de desarrollo total y variación perpetua; ¡la naturaleza es el recurso por excelencia!», así hablaba Messiaen. Además, en muchas de las partituras él mismo incluía dónde aparece cada pájaro de forma que muchas son un verdadero monumento en todos los sentidos, especialmente para el oído.

En su impresionante obra para órgano (originalmente compuesta para orquesta) titulada «La Ascensión» aparece esta Transports de joie (tercer movimiento), publicada en 1935. Es una obra que tiene un impresionante carácter majestuoso. La pieza tiene un carácter algo distinto a las otras tres debido a que fue, en realidad, compuesta separadamente de ellas. Esta tocata está llena de acordes y de un movimiento perpetuo de lo más arrollador. El solo de pedal y ese ritmo incesante entronca la pieza con la tradición improvisatoria francesa, de la que Messiaen era un consumado maestro.

La interpretación es de Daniel Moult al órgano.

Volver arriba