Ave María

Ave Maria, Stravinski

¡Feliz sábado! Para hoy he decidido elegir una pieza que proviene de uno de los grandes (grandísimos) maestros del pasado siglo XX pero que quizá no nos esperemos en este tipo de género musical. Es cierto que pueden ser piezas de juventud o algo más circunstanciales pero no por ello dejan de tener su interés a la hora de tener un conocimiento más completo del corpus musical de estos grandes genios.

Ígor Stravinski

Se trata de Ígor Stravinski (1882-1971), compositor ruso nacido en Oranienbaum. Es sin dudarlo, como dije al principio, uno de los compositores más influyentes del siglo XX, que introdujo importantes innovaciones en la música. Su influencia se ha extendido y se extiende ampliamente. Era un hombre que evolucionó de una forma muy particular. Si bien en su música destaca el uso del ritmo y de la armonía, partió de una clara influencia de la música popular rusa (como casi nadie lo había hecho) y recorrió un camino estético lleno de hitos sin perder nunca la voz individual. Stravinski terminó abarcando del dodecafonismo pero no se sentía demasiado cómodo con esta técnica. Sin lugar a duda, el ruso nos ha legado algunas de las composiciones más importante de la Historia de la Música, con todas las mayúsculas posibles.

Hoy vamos a escuchar su Ave Maria. Es una composición para coro a cuatro voces compuesta en 1934. Él abrazó la fe ortodoxa rusa pero en su juventud la estuvo algo olvidada. En 1926 la retomó y, mientras estaba en París, frecuentó algunos templos; precisamente ahí compuso esta obra, simple y austera, aunque no lo parezca, muy al estilo de Stravinski. Este dijo: «Solo puedo conseguir componer para coro sin acompañamiento en la música más armónicamente primitiva», cuya pretensión era hacer una entonación armónica de las palabras. La combinación es una pieza muy influida por Debussy que presenta una textura a base de acordes que nos recuerda incluso a piezas medievales. Ese estilo camaleónico del ruso está aquí presente en esta pequeña joya llena de encanto.

La partitura de la composición puede conseguirse aquí.

La interpretación es del Oberlin College Choir dirigido por Miguel Felipe.

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