Ave verum

Ave verum, Raminsh

¡Feliz lunes! Esperemos que esta semana nos dé un respiro y todo vaya suficientemente bien en ella. Es curioso cómo algunas palabras latinas se han instalado en nuestro vocabulario (desde el punto de vista litúrgico y musical) y algunas de ellas son estas. Sin embargo, quien ha compuesto la obra de hoy no es muy conocido. Démosle la bienvenida.

Imant Raminsh

Hoy tenemos a Imant Raminsh (1943) compositor canadiense de nacimiento letón en Ventspils. Estudió violín en Toronto y luego se graduó en composición en su universidad para luego ir un par de años a Salzburgo. En el mundillo de la música coral es conocido y sus obras están presentes en el repertorio coral de conjuntos de todo el mundo, desde Tokio a Florencia, etc. Dada su valía, se le han hecho encargos de mayor entidad como un concierto para violín, otro para fagot y una composición sinfónico-coral. Ha compuesto una Sinfonía de los salmos en la que los textos aparecen en hasta ocho idiomas. El gusto de Raminsh por saber le ha llevado también a estudiar geología y biología, llegando incluso a trabajar durante los veranos en estas disciplinas.

Disfrutemos de su Ave verum corpus. Está compuesta para cuatro voces y luego Raminsh la arregló para voces agudas sin perder en ningún momento la belleza. Como siempre en el compositor, la armonía es de lo más suntuosa y el compositor escribe una pieza flexible y muy controlada, con un contrapunto muy conseguido también. Confiesa el compositor que la pieza fue compuesta en 1973 ante una araucaria de Adelaide (Australia) tras un largo viaje de un año a lo largo de todo el mundo. Recibió inspiración de Mozart y de su famosa obra homónima encontramos rastros ocultos a lo largo de toda la composición.

La interpretación es de musica intima.

Volver arriba