¡Feliz domingo! La cantidad de transcripciones de obras de Bach para otros instrumentos que no sean los originales es casi infinita. Por eso, casi lo que nos espera es prácticamente inagotable, pero nos permitirá disfrutar de lo lindo.

Sigamos con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. En esta ciudad siempre tuvo una relación complicada con la Escuela de Santo Tomás, pero siempre la tuvo en muy gran estima, así como los oficios religiosos que tenían lugar en el templo. En la década de 1740 recibió pocos encargos. Parece que él mismo decidió interpretar menos obras religiosas y dedicarse más al teclado y a las obras de cámara. Un amigo de la familia dijo: «Este gran artista habitualmente no se dejaba escuchar fuera de su propia casa, pero sí que se tenían lugar conciertos bastante a menudo». En esas interpretaciones no solo intervenían sus dos hijos menores, sino también hermanastros mayores cuando estaban de visita; también sus asistentes y su ahijado, Altnickol. Las interpretaciones fuera de Leipzig eran raras.

Una de sus colecciones más impresionantes es el que forman las Sonatas y partitas para violín solo, BWV 1001-1006. Entre las grandísimas piezas que la componen está su inmortal Chaconne. Pertenece a la segunda partita y es el movimiento con el que termina. Es una de las piezas más conocidas del maestro y requiere de un muy experimentado violinista para que pueda ser interpretada con solvencia. La obra es un pequeño microcosmos y cuando la escuchamos podemos apreciar que nos cuenta una historia que puede ser la historia de nuestra vida. Hoy vamos a escucharla en la transcripción para clave de Colin Booth, quien también es clavecinista y luthier.

La interpretación es de Colin Booth al clave.