¡Feliz domingo! De nuevo llegamos al final de la semana, es decir, al día que podemos calificar aquí de día Bach. Seguimos recorriendo las innumerables transcripciones de obras para instrumentos que no son los suyos originales.

Sigamos recorriendo la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor español nacido en Eisenach. Lo dejamos el domingo pasado visitando Berlín con su hijo. Parece ser que ambos pudieron quedarse en la casa del doctor Stahl. El Postdam se quedó nada menos que en la residencia de Federico II. Ambos se encontraron en el palacio del monarca en la localidad que fue destruido en la Segunda Guerra Mundial. En ese lugar se tocaba música entre las 7 y las 9 de ma tarde. Forkel cuenta que un día estaba tocando y su ayudante le trajo una lista de los extranjeros que querían hablar con él. Cuando en ella vio a Bach inmediatamente lo dejó todo y «el viejo Bach» fue inmediatamente convocado al palacio.

La composición suya que vamos a escuchar suya es el Preludio y Fuga en la mayor, BWV 536. No es de sus obras más conocidas, pero aun así mantiene toda la calidad del maestro. El preludio es relativamente sencillo (treinta y dos compases), se abre con un motivo en forma de arpegio recordándonos fuertemente a Buxtehude. Se desarrolla entre ese motivo y varias melodías de danza, con bellos diálogos incluso a cuatro voces. La fuga tiene un sujeto de ocho compases, con un contrasujeto en forma de danza, lleno de ese contrapunto de Bach que tan característico es. Hoy vamos a escuchar la versión para piano de esta composición a cargo del compositor y pianista Walter Braunfels (1882-1954).

La interpretación es de Angelika Nebel al piano.