Bach, Cantata BWV 39

Poco a poco vamos disfrutando de esas inmensas joyas que son las cantatas de Bach. Aunque llevamos oídas muchas aún nos quedan muchas más... ¡para nuestra suerte! Seguro que estás encontrando gemas ocultas entre estas maravillas. A mí personalmente me pasa. Bach tiene la capacidad de sorprender siempre, y eso es lo que lo hace grande.

La cantata se abre con un largo coro (de 218 compases) en el que Bach hace gala de toda su sabiduría compositiva. Está escrito en forma de motete, adaptándose perfectamente al texto. Tiene varias modulaciones pero a pesar de esa complejidad armónica es de una gran belleza. Gracias al uso de distintos grupos instrumentales la obra da, efectivamente, sensación de que describe la fracción del pan. Las arias siguientes, y los recitativos, dan contraste a la intensidad de ese coro inicial. La primera de ellas tiene como instrumentos obligados el violín y el oboe, mientras que la segunda prescribe dos flautas dulces. Ambas tienen una estructura formal similar, en forma bipartita, con un aire muy cantabile. Como suele ser habitual en Bach, la obra termina con un coral a cuatro partes. La obra está dividida en dos partes para ser interpretadas, como era norma habitual, antes y después del sermón.
Las secciones de esta cantata son:
Parte I
1. Coro: Brich dem Hungrigen dein Brot
2. Recitativo: Der reiche Gott
3. Aria: Seinem Schöpfer noch auf Erden
Parte II
4. Solo para bajo: Wohlzutun und mitzuteilen vergesset nicht
5. Aria: Höchster, was ich habe
6. Recitativo: Wie soll ich dir, o Herr
7. Coral: Selig sind, die aus Erbarmen
La instrumentación de la misma es: soprano, alto, bajo, coro, dos flautas dulces, dos oboes, dos violines, viola y bajo continuo.
El texto en español de esta maravilla puedes leerlo aquí. La partitura puedes conseguirla aquí.
La interpretación es la de Agnès Mellon (soprano), Charles Brett (contratenor), Peter Kooy (bajo) y el Coro y la Orquesta del Collegium Vocale de Gante dirigidos por Philippe Herreweghe.