¡Feliz domingo! La música de Bach es verdaderamente inabarcable. Llevamos varios años escuchándola obra a obra y, aunque hemos terminado su catálogo, ahora estamos disfrutando de las transcripiones para otros instrumentos.

También estamos recorriendo la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Lo dejamos en Berlín visitando al rey y volvió a Leipzig unos días más tarde. Traía consigo una promesa hecha en Potsdam sobre componer una obra basada en ese tema real. Originalmente la idea era publicar solo esa fuga que el maestro improvisó. Sin embargo, la obra terminó siendo bastante más ambiciosa. Estuvo finalmente formada por varias partes y fue dedicada al rey con el título de La Ofrenda Musical (y terminaría llevando el número 1079 del catálogo BWV). Dentro de ella destaca el Ricercar, una obra impresionante, y con un nombre que proviene de un acróstico que refleja las intenciones de la obra: Regis Iussu Cantio Et Reliqua Canonica Arte Resoluta, lo cual puede traducirse como: «A instancias del rey, la canción [es decir, la fuga] y lo que sigue [los movimientos canónicos] está resuelto con arte canónico».

Otra de las impresionantes obras es la Passacaglia y Fuga en do menor, BWV 582. El genio del maestro se muestra en esta obra de una forma totalmente rotunda. Se construye sobre un bajo que se repite y que tiene una longitud larga de ocho compases. Sobre él se elevan veinte variaciones que conducen sin descanso a la fuga. Las copias más antiguas de la passacaglia sugieren que fue compuesta entre 1706 y 1713, posiblemente tras su vuelta de la visita a Buxtehude en Lübeck. Hay ciertos errores que podrían indicar que pudo ser compuesta en tablatura, con lo que podría haber sido escrita antes. Hoy vamos a escuchar esta magna obra en la versión para piano del ruso Georges Catoire (1861-1926).

La partitura de la transcripción puede descargarse aquí.

La interpretación es de Hamish Milne al piano.