Bach, El Clave Bien Temperado (Libro I, parte 2)

Bach, El clave bien temperado, Libro 1, parte 2

¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo esa piedra de toque de todo teclista que es esta obra de Bach. Ha sido interpretado, además de por supuesto en el piano y el clave, en el órgano, en la guitarra, al acordeón, etc. Es una obra que da mucho juego y que permite casi infinitas posibilidades, porque estas piezas se tocan tanto en los conservatorios como en los más prestigiosos conciertos. Bach atrae por igual a todo el mundo, y siempre merece la pena.

J. S. Bach

Sigamos recorriendo la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Tras sus recitales en Sangerhausen y Arnstadt, las autoridades consideraron que era un músico de la más alta calidad, que son solo diecisiete o dieciocho años igualaba a Reincken, Buxtehude, Pachelbel o Böhm. Las obras de este periodo (1702-3) están muy influidas por el estilo del norte de Alemania y muestran un estilo juvenil que a veces casi roza la exageración debido a su exuberancia. Muchas de ellas fueron compuestas para maravillar a quienes le escuchaban tocar el órgano en diversos recitales. Curiosamente, en muchos títulos de piezas de esta época Bach mezcla el italiano y el latín. Esto puede parecer un rasgo de duda pero también es una fortaleza porque el maestro estaba buscando una identidad propia, de forma que ya no se veía como un aprendiz sino como un músico destinado a emparentarse con otros maestros.

Seguimos con El Clave Bien Temperado. Hoy vamos a escuchar lo que nos queda del libro primero, es decir, desde BWV 858 a BWV 869. Hans von Bülow llamó a esta obra «El "Antiguo Testamento" de los pianistas». Aunque tradicionalmente las obras siempre se han interpretado al clave o al piano parece que algunas están concebidas teniendo el órgano en mente. De todas formas, es natural pensar que concibiese la colección con el clave en mente, instrumento muy extendido y accesible por todos. Debió ser todo un reto para Bach componer preludios y fugas con más de cuatro sostenidos o bemoles, tonalidades raras incluso para él pero, sin embargo, todo está elaborado con tanta sabiduría que para nada apreciamos algo académico y frío sino que en cada nota está toda la esencia del maestro de Eisenach.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Kenneth Gilbert al clave.

Volver arriba