¡Feliz domingo! Hoy llegamos a la cuarta entrega de El clave bien temperado, que hemos disfrutado a lo largo de este último mes. Espero que hayas tenido tiempo de conocerla en mayor profundidad, si es que no la conocías ya. Es de esas obras tan profundas y tan grandes que necesita tiempo para ser asimilada y apreciada. Aun así, seguro que se nos escapan multitud de detalles que tienen que ir descubriéndose poco a poco.

Como sabes, fue compuesta por Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Que Bach llegara a ser organista en la Iglesia Nueva de Arnstadt dependió mucho del superintendente Johann Gottfried Olearius, que provenía de una famosa familia de teólogos luteranos. La principal función de Bach en el templo era dirigir y acompañar el canto de himnos por parte de la congregación así como el correspondiente preludio coral para iniciar el canto. Igualmente debía tocar preludios, posludios y música para el momento de la comunión. Esas obligaciones fueron causa de disputas con las autoridades por cuestiones disciplinarias. A veces no le era fácil tratar con estudiantes que eran mayores que él y sus relaciones con el coro no eran demasiado buenas, por lo que siempre que podía evitaba tener que dirigirlo y formarlo.

Vamos a terminar nuestra audición de El clave bien temperado con los preludios y fugas desde BWV 882 hasta BWV 893. Ya te he comentado que este libro es complejo y amplio, con una armonía avanzada y unos requisitos para interpretarlo muy elevados. La riqueza intelectual que requiere esta obra era algo demasiado difícil para sus contemporáneos, lo que ha hecho que sea algo menos conocido que su predecesor, el libro primero. Bach se dedicó una y otra vez a retocar los preludios y las fugas, perfeccionándolas constantemente y casi tocando una versión distinta en cada ocasión. Era, por tanto, una colección que Bach había compuesto para enseñar y que contenía lo más avanzado de su pedagogía al teclado. Según el italiano Busoni, el libro primero es para los intérpretes y el segundo para los compositores.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Scott Ross al clave.