Bach-Smaroff, fuga BWV 578

¡Feliz domingo! Para terminar la semana vamos a disfrutar de música de Bach que no por estar interpretada en un instrumento que no es el suyo original, no por eso deja de encantarnos, como pasa en todas las ocasiones en las que nos acercamos a su música.

Vamos pues con la música de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Una breve línea del tiempo de su vida: en 1695 queda huérfano y se maarcha con su hermano mayor, quien le enseña órgano, violín y clave. En 1703 ocupa el puesto de organista y maestro de coro en Arnstadt. Luego en 1707 se casa con María Bárbara, con quien tendría siete hijos. A continuación, en 1708 trabaja para el duque de Weimar. En 1721 se casa con Ana Magdalena, con la que tendría trece hijos. En 1723 es nombrado cantor de la iglesia de Santo Tomás de Leipzig, puesto que ocupó hasta su muerte; también se hizo cargo del coro. En 1750 fallece tras diversas complicaciones de una operación de la vista; su esposa queda viuda y vive en la precaridad.
La maravilla de Bach para hoy es la Fuga en sol menor, BWV 578; tradicionalmente se conoce como la «pequeña fuga». Ello se debe no a su menor importancia, sino por distinguirla de la BWV 542, llamada «grande». Probablemente fue compuesta entre 1703 y 1707, cuando era un joven organista en Arnstadt. El sujeto está formado por cuatro compases y medio, y es una de las melodías de Bach más reconocidas. En este caso, el pedal está en las mismas condiciones que las otras voces, lo que la hace técnicamente difícil. Bach hace uso de una técnica introducida por Corelli: la imitación entre dos voces dentro de una octava evolucionando por cuartas, ascendentes y luego descendentes. En compás 33 (a mitad de la pieza) Bach presenta el sujeto en una tonalidad fuera de la relación tónica-dominante. Vamos a escucharla en la transcripción para piano de la pianista estadounidense Olga Samaroff (1880-1948).
La interpretación es de Frank La Forge al piano.