¡Feliz domingo! Vamos con nuestra ración semanal de música de Bach. Estamos escuchando obras menores que se incorporaron posteriormente al catálogo BWV clásico. Sin embargo, en ellas también está destilada la esencia bachiana, como estamos comprobando.

Seguimos recorriendo la vida de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Habíamos dejado al maestro interpretando la Cantata gratulatoria in adventum Regis, destinada a la visita del rey de Polonia a Leipzig. Ello ocurrió el 5 de octubre de 1734 como vimos la semana pasada. La música interpretada requería de un intenso uso de los instrumentos de viento-metal, cuyo conjunto estaba liderado por el famoso Gottfried Reiche, que tenía sesenta y siete años. Era el trompetista principal de Bach y el miembro más antiguo de la compañía de música de la localidad. Al día siguiente, Reiche cayó enfrente de su casa y quedó fulminado por un infarto que le produjo la muerte. Se dice que fue por agotamiento por la jornada anterior y por el daño que le produjo el humo de las antorchas.

Escuchemos su Suscepit Israel puerum suum, BWV 1082. Sabemos que es una obra de Bach, pero no original puesto que es un arreglo de un fragmento de un magníficat de Antonio Caldara. Bach le proporcionó su toque personal puesto que introdujo partes instrumentales obligadas, posiblemente de los violines.

La interpretación es de Stuttgart Gachinger Kantorei dirigida por Helmut Rilling.