Bach-Thieriot, sonata en trío BWV 525

bach-thieriot-sonata-bwv525

¡Feliz domingo! Seguimos disfrutando de la música de Bach transcrita para piano. Obviamente no son interpretaciones al instrumento de obras suyas para clave, porque ahí no hay transcripción, sino de otros movimientos, y especialmente de obras compuestas para órgano.

js-bach

Antes, como siempre, recorramos la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Ya hemos visto cómo los datos biográficos de Bach son bastante escasos, de ahí que tras su muerte tuviese que recurrirse a la famosa Necrológica, una obra escrita por CPE Bach y Johann Friedrich Agricola gracias al testimonio de contemporáneos y otros hijos y discípulos. A pesar de todo, la imagen que obtenemos de Bach es bastante plana, describiéndose como un compositor autodidacta, siempre con una distante rectitud con respecto a sus responsabilidades y con una vida volcada a la hora de componer música. Todo ello es el caldo perfecto para que aparezca el componente mitológico, algo que pronto afloró tras su muerte y que los estudiosos modernos de han ido (y están en ello) encargándose de corregir.

No menos míticas, en este caso gracias a lo interpretada que son y a su calidad intrínseca, son sus sonatas en trío. La primera de ellas es la conocida Sonata n.º 1 en mi bemol mayor, BWV 525. La original se encuentra en un manuscrito que se conserva en Berlín y podría datar del periodo comprendido entre 1727 y 1731. Parece ser que fue compuesta para su hijo Wilhelm Friedemann. La pieza tiene un bello estilo italianizante y combina innovación (incluso con respecto al estilo) con una técnica del órgano muy exigente. Terminó consiguiendo el efecto que quería Bach: ver a su hijo como organista de la iglesia de Santa Sofía de Dresde. Vamos a escuchar su primer movimiento, Allegretto, en la transcripción para dos pianos del compositor alemán Ferdinand Thieriot (1838-1919).

La interpretación es del dúo formado por Claudine Orloff y Burkard Spinnler a los pianos.

Volver arriba