¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo el catálogo BWV de Bach por medio de esos conciertos de estilo italiano o incluso transcripción de grandes maestros del país mediterráneo. Sin embargo, no son obras menores y también en estas composiciones tenemos toda su esencia, como estamos comprobando domingo a domingo.

Vamos antes con una pincelada de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Las cantatas que compuso Bach en Weimar entre 1713 y 1716 contienen una exploración sistemática de casi todas las posibilidades que tenía a mano en cuanto a música vocal e instrumental. El maestro consumió en este periodo una gran cantidad de papel, lo que indica una actividad frenética componiendo, y no solamente cantatas. De acuerdo al Obituario, Bach compuso sus grandes obras para órgano en Weimar y, parece ser, que también escribió las suites inglesas, la Fantasía cromática e inició El clave bien temperado. En 1717 detuvo la composición de cantatas por lo que es evidente que se volcó en la música instrumental y hay indicios que pudo componer gran parte, si no toda, de los Brandeburgo.

Escuchemos Concerto n.º 2 en sol mayor, BWV 973. Precisamente, es posible que fuese compuesto en su época de Weimar. Es una transcripción para teclado del Concierto para violín y cuerdas op. 7 n.º 2 de Antonio Vivaldi. Bach mantiene la tonalidad original de Vivaldi con un movimiento inicial se basa en acordes de tercera y de cuarta y Bach aporta contrastes mediante el uso de distintas texturas y rápidos arpegios imitando la voz del violín. En el movimiento lento, la ornamentación del teclado de nuevo nos lleva al estilo de Vivaldi. En el tercer movimiento, retorna la energía y la línea solista se construye a partir de motivos ascendentes y notas repetidas.

La partitura de la pieza se puede descargar aquí.

La interpretación es de Laurens de Man al órgano Andel de la iglesia de Santa Gertrudis de Utrecht.