¡Feliz domingo! Pasados los Conciertos de Brandeburgo, vamos a empezar a disfrutar de una serie de conciertos para diversos solistas que sí son obras muy conocidas del maestro, y que suelen interpretarse regularmente en los conciertos.

Antes vamos con algo de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. A comienzos del siglo XIX pudo leerse en el Allegemeine musikalische Zeitung: «El nombre de Johann Sebastian Bach irradia suprema y sublimemente sobre todos los compositores alemanes de la primera mitad del pasado siglo. Abarcó con el espíritu de Newton todo lo que hasta ahora se ha meditado sobre la armonía, y penetró con las profundidad de forma tan completa y feliz que justamente debe ser considerado como el legislador de la genuina armonía, lo cual es válido hasta el presente». Los calificativos con que se aludía a Bach eran de los más sublimes y elevados, como casi nunca se ha aludido a ningún otro compositor.

Disfrutemos de su Concierto para clave, cuerdas y continuo en re menor, BWV 1052. Fue compuesto mientras Bach se encontraba en Cöthen y parece ser que se basa en un concierto (perdido) para violín. El primer movimiento (que fue usado como preludio de su cantata BWV 146) tiene forma italiana con un ritornelo con un poderoso unísono de seis compases, siendo las cinco primeras notas casi la base de todo el movimiento. El segundo movimiento es inusual porque está también está en modo menor (debería estar en mayor) y tiene una estructura simétrica, con bellas progresiones armónicas. El tercer y último movimiento está en compás ternario y el ritornelo en este caso se abre con una escala descendente.

La partitura del concierto puede descargarse aquí.

La interpretación es de Stéphane Fuget (clave) y la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt dirigida por Jean-Christophe Spinosi.