¡Feliz domingo! Llegamos otra vez a ese día en el que disfrutamos de una obra de Bach con cierta tranquilidad como para aprender algo sobre ella y escucharla de forma más atenta. Aun las más (aparentemente) insignificante merece la pena porque todo lo que salió de su mano es garantía de calidad.

Sigamos, pues, con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Nada más tomar posesión de su puesto en Cöthen Bach trasladó los ensayos de la capilla a su casa, cosa adecuada porque todos los miembros eran de la localidad. Parece ser que el conjunto ensayaba una o dos veces por semana ya que la música era parte esencial del entretenimiento de Cöthen. Principalmente, la música interpretada era instrumental y podemos decir que de aquí surgieron los Conciertos de Brandeburgo, las Suites Francesas, El Clave bien Temperado y las obras para violín y chelo solo. Es destacable la poca (poquísima) cantidad de obras religiosas, es decir, cantatas, que Bach compuso durante esta época.

Disfrutemos de su Concierto n.º 13 en do mayor, BWV 984. El modelo para esta obra no se conserva pero parece ser que era del príncipe Johann Ernst puesto que la pieza también se transcribe en la BWV 595. Aparecen modulaciones repentinas pero la estructura general del concierto parece que está bien construida. El segundo movimiento está escrito en fa menor y termina con una cadencia frigia sobre la dominante, algo que cuadra poco con el movimiento precedente. El tercero presenta arpegios en cascada. La pieza tiene una evidente simplicidad general pero no carente de imaginación.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Pieter Dirksen al clave.