Bach, coral BWV 678



¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo la música para órgano de Bach que en realidad es el culmen de su obra. Ya te he contado en innumerables ocasiones (y creo que vendrán más) que Bach era un extraordinario organista y que le encantaba la música para órgano, componerla, disfrutarla, hacer disfrutar a los demás, enseñar a sus hijos a tocarla y que aprendan la técnica como se debe, etc. Por ello, no es sorprendente que estas obras nos maravillen tanto y queramos escuchar más y más.



Otro domingo más en compañía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), maestro alemán nacido en Eisenach. El maestro era un entusiasta del café y le gustaba beberlo todo lo a menudo que podía. De hecho, llegó a componer una obra conocida como «Canta del café». Es una de las llamadas cantatas seculares (por contraste con las religiosas) y que puede considerarse como una ópera en miniatura. Fue escrita para un conjunto musical llamado «Collegium Musicum» que tenía su sede en el Café Zimmermann de Leipzig. Además, fue compuesta teniendo al público local en mente. He leído que uno de los pasatiempos favoritos de Bach era pasear porque iba a muchos lugares caminando (por ejemplo su famoso viaje a Lübeck a escuchar y aprender de Buxtehude, o a ciudades cercanas) pero creo que más bien se debe a que sus posibilidades económicas eran tan limitadas que no podía permitirse viajar con por otros medios. Siendo como era un gran maestro, la primera mitad de su vida no la pasó demasiado holgadamente. La segunda fue más cómoda pero tampoco consiguió ganar dinero de una forma demasiado espectacular.

Vamos a disfrutar de su coral «Dies sind die heil'gen zehn Gebot», BWV 678. Se trata de una obra que se centra en el corazón del catecismo luterano y, en este caso, habla sobre los diez mandamientos. Aunque pueda parecer obvio, la obra está dividida en diez versículos y luego una conclusión. En realidad, son cinco frases que Bach duplica en forma de canon para que salgan los diez mandamientos. De hecho, canon significa ley en griego por lo que Bach decidió elegir esta forma de contrapunto para que predominase la obra. Es una obra llena de ambiente pastoral, muy cálida y alejada de las frías exigencias técnicas. La doble melodía coral está acompañada por una bella armonía, con un canon en las voces superiores y con algunos momentos armónicos realmente memorables. Una obra que es poco conocida y, como comprobarás, no puede ser más bella.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Daniel Bruun al órgano de la Garnisons Kirke de Copenhague.

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