Bach, coral BWV 741

Bach, coral BWV 741

¡Feliz domingo! Espero que aproveches este día y saques algún hueco para escuchar música. Te propongo un ratito para que se lo dediques a Bach. Ya sabes que aquí domingo es sinónimo de Bach y su música siempre nos llena tanto cuanto nos deja con ganas de más. La profundidad es tal que ningún compositor la ha superado y casi podemos decir que la ha igualado. Todo esto se pone especialmente de manifiesto en sus obras para órgano.

J. S. Bach

Antes de la obra, algo sobre la vida de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Su música puede decirse que es un perfecto resumen de la época barroca, que constituyó los cimientos a la de Mozart o Beethoven. Nacido en una familia de músicos, no tuvo oportunidad de elegir a qué dedicarse puesto que evidentemente sería a la música, formando pase de esa estirpe de casi ochenta maestros, de los que nada menos que cincuenta y cinco se llamaron Johann. Casi con diez años se quedó huérfano y tuvo que luchar por salir adelante, cultivando primero poniendo en práctica después sus grandes talentos. Sus obras tienen todas una calidad especial, incluso hasta en las más pequeñas y casi académicas de modo que todas pueden tomarse como modelos para estudiar la armonía y el contrapunto. Su paso por este mundo fue tan capital que los musicólogos suelen dar como año final del barroco 1750 justo en el que murió muestro maestro en Leipzig.

Disfrutemos hoy del coral «Ach Gott vom Himmel sieh darein», BWV 741. Se basa en uno de los himnos luteranos más antiguos, del propio Lutero y basado en una melodía del siglo XV en modo frigio, especial para la penitencia. Sirvió también de modelo para otros maestros, como Schütz o Pachelbel pero es la obra de Bach la más conocida, quien también usó la melodía en varias cantatas. En la versión para órgano escuchamos un todo sombrío, con abundancia de sonidos graves y solemnes, pero a la vez terroríficos y de lo más evocadores. El maestro mantiene la tensión hasta casi el final de la obra, que no termina de forma demasiado triunfante pero que sigue estremeciéndonos hasta el acorde final.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Andrea Marcon al órgano.

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