¡Feliz domingo! Vamos a nuestra ración semanal y pausada de música de Bach. Casi todas estas obras del apéndice del catálogo son breves, como es el caso de la de hoy. De nuevo vamos a escuchar una pequeña perla salida de sus manos.

La música de cada domingo es de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. El 1 de diciembre de 1736 Bach volvió a ir a Dresde para dar un concierto en el recién inaugurado órgano de la Iglesia de Nuestra Señora. Tocó durante dos horas (entre las 2 y las 4 de la tarde) y acudieron a escucharlo distintas personalidades. Entre 1738 y 1750 el nombre de Bach aparecía de forma regular en los registros de la corte como «compositor de cámara», aunque no sabemos con certeza si llegó a componer en sí para dicha corte y en la biblioteca no encontramos música de Bach. Sí había intercambio de noticias entre Leipzig y Dresde, por lo que estaba al tanto de todo. También contribuía que Wilhelm Friedemann estuviese en Dresde hasta 1746.

Escuchemos su preludio coral Wir Christenleut, BWV 1090. Fue una obra redescubierta en 1985 por el musicólogo Christoph Wolff y está dividida en tres secciones, con las dos primeras basadas en un cantus firmus y la otra con un tratamiento fugado. El comienzo nos recuerda a la BVW 612 (contenida en el Orgelbüchlein) y la sección intermedia tiene un ritmo en forma de giga con el tema en el registro superior. En términos generales, el contrapunto es soberbio, como en todas las composiciones de Bach.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Alberto Pozzaglio al órgano.