¡Feliz domingo! Seguimos recorriendo el fragmento final del catálogo BWV que son obras que se incorporaron al misma una vez que este estuvo elaborado por Wolfgang Schmieder, cosa que ocurrió allá por 1950. Vamos con la obra de hoy.

Antes vamos a conocer algún aspecto de la vida de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido el Eisenach. En su Obituario puede leerse lo siguiente: «Pertenece a un grupo de personas que parecen que han recibido su amor y su arte por la música como un regalo de la naturaleza. Una cosa es segura: empezando por Veit Bachen, el ancestro de la dinastía, todos sus descendientes hasta la séptima generación, tenían inspiración para la música y todos ellos, con alguna excepción, hicieron de la música su profesión. [...] Si hay un compositor que estaba dotado para la polifonía en su mayor fuerza, sin duda es nuestro bendito Bach. Nadie sino él podía diseñar nuevos órganos y someterlos a su juicio».

Escuchemos su preludio coral sobre Christus, der ist mein Leben, BWV 1112, que es el coral Neumeister número 27 la versión es muy simple, con las frases del coral tratadas de forma imitativa en una textura a cuatro voces. Aparecen figuras dactílicas, que son las que dan la fuerza a la música, quizá intentando ser reflejo de la alegría de la que habla el texto. Esas figuraciones están interpoladas por fragmentos en semicorcheas, que imprimen una vitalidad a la composición muy especial.

La partitura de la composición puede descargarse aquí.

La interpretación es de Hans Fagius al órgano.