Bach, obertura en estilo francés BWV 831

Bach, obertura BWV 831

¡Feliz domingo! Seguimos el recorrido de las obras para teclado de Bach. Hemos terminado las imponentes partitas (que venía detrás de las no menos soberbias suites inglesas y francesas) y ahora le va tocando el turno a otro tipos de obras que también están entre las más celebradas del maestro. La composición de hoy es un buen ejemplo de ello: está en el repertorio habitual de los mejores intérpretes. ¿Te apetece disfrutarla?

J. S. Bach

Ya sabes que antes me gusta dar unos datos biográficos del compositor, en este caso Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Lo habíamos dejado en el incidente con el llamado «manuscrito de la luz de la luna», ese que copió a escondidas pero que su hermano Christoph terminó quitándole. Sea como fuere la historia, es cierto que en él, y en otros usados también por la familia, se contenía música de Alemania, Italia y Francia, de los compositores más destacables de su tiempo: Böhm, Buxtehude, Reinken, Kuhnau, Fischer, Lebègue, Lully, Marais, Albinoni y Steffani. Con obras de estos maestros estudió Bach y es incuestionable que en 1705, con solo veinte años, Bach contaba con un poco habitual grado de maestría a los teclados, gracias a las incalculables enseñanzas de su hermano. La idea era memorizar obras mientras se copiaba, algo habitual en el barroco: los alumnos memorizaban y emulaban los llamados exempla classica, modelos de los maestros más eminente.

La obra de hoy es la famosa Obertura en estilo francés en si menor, BWV 831. Fue publicada en 1735 como segunda parte del su Clavier-Übung. En realidad es toda una grandiosa suite en ocho movimientos al estilo de Kuhnau, su predecesor en Santo Tomás de Leipzig. Domina la obra una larga obertura, en un estilo de concierto francés, con ritmos con puntillos y una rica estructura fugada. Le sigue una Courante con una nota pedal que domina su inicio. A continuación viene un par de Gavottes explotando especialmente ese ritmo de danza (y la segunda con la indicación de «piano»). Aparece luego el Passepied lleno de encanto típicamente bachiano. Le sigue la Sarabande, punto culminante de la suite tras la obertura inicial; un denso contrapunto está salpicado de sorprendentes disonancias. El contraste rítmico lo pone los dos Bourrées, de carácter algo sobrio. Conducen a la habitual rítmica Gigue, que no termina la obra: lo hace un Echo, de carácter casi orquestal con sus bellas alternancias entre forte y piano.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Trevor Pinnock al clave.

1. Ouverture

2. Courante

3. Gavotte I-II

4. Passepied I-II

5. Sarabande

6. Bourrée I-II

7. Gigue

8. Echo

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