Bach, fantasía BWV 1121
¡Feliz domingo! Ya hemos terminado de escuchar los llamados Corales Neumeister. Sin embargo, la fiesta Bach no ha terminado porque todavía nos quedan más composiciones que escuchar. Vamos a ello otra de esas composiciones suyas que no son nada conocidas.
Como siempre, antes demos un pequeño paso por la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Unas citas de Pablo Casals sobre nuestro maestro: «Durante los pasados ochenta años he empezado mi día de la misma forma. No es una rutina mecánica, sino algo esencial en mi vida diaria. Me dirijo al piano y toco dos preludios y fugas de Bach. No puedo imaginarme hacer otra cosa. Es como una especie de bendición de la casa». «No solamente es algo con sentido para mí. Es un redescubrimiento del mundo del que he tenido la dicha de formar parte. Me llena de la consciencia por lo maravilloso de la vida, con un sentimiento de la increíble maravilla de ser humano. La música nunca es la misma para mí. Cada día es algo nuevo, fantástico e increíble. Eso es Bach, un milagro, como la naturaleza».
Vamos a escuchar la Fantasía en do menor, BWV 1121. Fue Hermann Keller el primero que conectó esta obra con Bach, diciendo: «Si se compara esa fantasía con la Canzona (BWV 588) se ve que ambas composiciones tienen una conexión interior. Especialmente se aprecia en el contrapunto de la fantasía». A comienzos de la década de 1980 varios musicólogos identificaron el manuscrito de esta pieza. Una pieza sencilla, pero con un contrapunto muy rico.
La partitura de la composición puede descargarse aquí.
La interpretación es de Ton Koopman al órgano.