Bach, fantasía y fuga BWV 944

Bach, Fantasía y Fuga BWV 944

¡Feliz domingo! Bach siempre está en nuestros finales y en nuestros comienzos, por lo que no podía faltar a la cita en estos finales del mes de noviembre al que el adjetivo de raro le queda corto. Hoy ya tenemos una obra de mayor entidad (y duración) por lo que es merecedora de una publicación especialmente dedicad. Vamos a llenarnos un domingo más del espíritu bachiano.

J. S. Bach

Y, como siempre, antes de la música, la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. En 1714 había adquirido toda la habilidad posible para ser un virtuoso tanto de órgano como del clave, habiendo explorado virtualmente todas las formas musicales de ambos instrumentos. Con veintinueve años ya era un consumado intérprete y un compositor de primera línea, todo ello gracias a su talento natural, su extraordinaria formación y el patronazgo de algunos mecenas que supieron apreciar su talento. Sin embargo, su orgullo le llevaba a no conocer límites aunque él, en sus propias carnes, aprendió que sí los tenía. Bach nunca dejó de lado la humildad y esa misma enseñanza se la transmitió luego a sus hijos, también fabulosos compositores e intérpretes.

Escuchemos su Fantasía y Fuga en la menor, BWV 944. Es una obra muy parecida a un concierto italiano, refiriéndome a la fuga puesto que la fantasía solo tiene diez acordes en arpegio; ello nos hace suponer que fuese una obra compuesta específicamente para el clave. La textura a tres partes de la fuga también se amoldan al clave. La composición presenta una gran simetría pero Bach evita la monotonía mediante unas increíbles yuxtaposiciones cromáticas. La coda final es una continuación lógica de todo el discurso anterior. Tiene unos pasates en decimosextas que requieren de una gran destreza por parte del intérprete.

La partitura de la pieza se puede conseguir aquí.

La interpretación es de Rafael Blechacz al piano.

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