¡Feliz domingo! Dentro del inmenso catálogo bachiano, como estamos comprobando desde hace muchísimos domingos, hay obras que son más conocidas y otras que lo son mucho menos. Creo que esto último es lo que le pasa a la de hoy, que quizá pasa desapercibida entre tanta magna composición para teclado, y entre tantas obras famosas del maestro. Pero ahí también está Bach.

Y es de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach, de quien vamos a hablar un ratito. En esa localidad, como en la mayoría de las regiones alemanas que profesaban en luteranismo, asistir a la escuela era algo obligatorio si se tenía entre cinco y doce años. Los padres podían elegir entre las distintas escuelas alemanas y la escuela de latín. Puesto que había una alemana en la Fleischgasse, en la misma calle donde nació el maestro, es muy posible que asistiese a ella durante dos años antes de matricularse en la de latín en la quinta clase. Que entrase directamente a ella indica que ya con ocho años era capaz de leer y escribir y de dominar lo que se impartía en la sexta. En 1694 se graduó en la escuela pero tuvo que perderse cuarenta y ocho días completos escolares del curso 1692-93 y otros en cursos posteriores debido a cuestiones familiares. Curiosamente, cuando se ausentaba de la escuela recibía una formación más sólida que cuando estaba en ella. Las causas del absentismo pueden deberse o bien a enfermedad o bien a que tenía que ayudar a su padre en las labores del hogar o en sus negocios.

Vamos a escuchar hoy la Obertura en fa mayor, BWV 820 que, en realidad, se trata de una suite. Se trata de una composición temprana a pequeña escala, de gran sabor francés. Domina todo la grandiosa obertura inicial a la que le siguen cuatro pequeñas danzas: entrée, minuet, bourrée y gigue. Destaca que tanto la obertura como la entreé y el minuet tienen un parecido bastante destacable. Puesto que los dos movimientos finales no lo tienen, no podemos afirmar que sean unas variaciones. Dicen los estudiosos que, si esta suite fuese una transcripción en vez de una obra original de Bach, el compositor debió ser un alemán francófono en vez de un francés, aunque todo indica que sí es el del maestro. Una maravilla que pasa totalmente desapercibida entre todas las de su catálogo.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Aurélien Delage al clave.