¡Feliz domingo! Llegamos a una de las obras de Bach que contiene una de sus partes más conocidas por todo el mundo y que ha sido interpretada en la versión original y en otras muchas. Quizá la obra completa, con ese movimiento en su contexto, no es tan conocida por lo que hoy vamos a paliar esto y disfrutar de otras de las cumbres musicales de todos los tiempos.

Antes, un poco sobre Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach y fallecido en Leipzig. Curiosamente nada más llegar Bach a Leipzig tuvo que seguir algunas formalidades. Una de ella fue pasar una entrevista/examen, en latín, con Johann Schmid, catedrático de Teología de la universidad, famoso por rechazar a candidatos. Sin embargo, sobre Bach dijo: «El sr. Jo. Sebastian Bach responde a mis preguntas de forma tan sabia que considero que la mencionada persona puede ser admitida al puesto de cantor de la Escuela de Santo Tomás». A Bach se le permitió un acuerdo con Carl Friedrich Pezold, collega tertius, para que este diese las cinco clases que tenía asignado el cantor: sobre etimología latina, sobre sintaxis latina y sobre catecismo.

Escuchemos su Partita para violín solo n.º 2 en re menor, BWV 1004. Esta obra, compuesta en 1720 en Cöthen parece que sigue el modelo más habitual de lo que sería una suite de danzas. Se abre con una Allemanda en una sorprendente escritura libre de acordes. Le sigue la Corrente animada a la que una Sarabanda pone un momento de tranquilidad. Esta termina con una breve coda que enlaza con la Giga final y su incesante ritmo. Sin embargo, la cosa no termina ahí y porque termina la suite con la famosa entre las famosas Ciaccona, en forma de tema y sesenta y cuatro variaciones. Basta leer lo que dijo de ella Brahms: «La Chacona es, en mi opinión, una de las piezas musicales más maravillosas e incomprensibles. Utilizando la técnica adaptada a un pequeño instrumento, el hombre escribe todo un mundo de los pensamientos más profundos y los sentimientos más poderosos».

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Shunske Sato al violín.