Bach, sinfonía BWV 1045

Bach, sonata BWV 1045

¡Feliz domingo! Bach va a iluminar este día del Corpus Christi con su increíble música. La palabra sinfonía no debe hacernos pensar en las grandes obras románticas sino que es una composición de dimensiones más reducidas pero igualmente notable.

J. S. Bach

Vamos, pues, con algo de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido el Eisenach. Bach, el organista virtuoso, era una indudable atracción para quienes visitaban Leipzig, especialmente en ocasiones importantes. El grado de maestría que tenía junto con el órgano de San Pablo en el que tocaría formaban un dúo inigualable. Era algo que trascendía las fronteras. En un periódico de Dresde se publicó: «Cuando en Capell-Director de Lepzig, el señor Bach, vino recientemente fue muy bien recibido por los virtuosos locales de la corte y de la ciudad puesto que es muy admirado por todos debido a su habilidad y su arte. Ayer y anteayer, en presencia de los mismos, interpretó durante casi una hora preludios y varios conciertos en el nuevo órgano de la iglesia de Santa Sofía, con suave música en todas las tonalidades».

Vamos a disfrutar de su Sinfonía para violín, tres trompetas, timbales, dos oboes, cuerdas y continuo en re mayor, BWV 1045. Es una composición breve pero atractiva que no se conserva en estado completo y ha tenido que ser reconstruida. Podríamos decir que es un movimiento de concierto que quizá servía como introducción a una cantata que no conocemos aunque obviamente es de naturaleza festiva. La instrumentación es de lo más colorista, con un conjunto reducido pero totalmente efectivo. Sin duda, una música que destila Bach por los cuatro puntos cardinales.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Netherlands Bach Society.

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