¡Feliz Domingo de Ramos! Empieza hoy la Semana Santa con ese día en el que alabamos a Jesús, el Cristo, que entra en Jerusalén entre vítores. Puesto que seguimos con las transcripciones de Bach, creo que he encontrado una adecuada para este día.

Primero, como siempre, un poco más de la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. En Leipzig trabajaba frenéticamente, pero no tenía un carácter que lo hacía estar recluido en su estudio de trabajo. En la década de 1740 probó nuevos órganos. Por ejemplo, lo hizo con el que construyó Hildebrandt para San Juan en Leipzig. Tras una prueba de lo más exigente, el instrumento demostró que no tenía fallos. Preparó también la construcción de uno para la iglesia de San Wenceslao de Naumburgo, que fue también el instrumento más grande fabricado por Hildebrandt. También cuidaba de sus discípulos, como Kirnberger, Altnickol, Kittel o Müthel que, de algún modo, crearon una escuela Bach.

El 25 de marzo de 1714 estrenó su cantata Himmelskönig sei willkommen, BWV 182. Es día es la Encarnación, pero también se dio la circunstancia de que era Domingo de Ramos, por lo que la temática juega con un doble sentido: Jesús que entra en el mundo en el seno de la madre y Jesús que entra en Jerusalén para su muerte. Vamos a escuchar la Sinfonía de esa cantata, que es el movimiento inicial introductorio. En el original de Bach, las cuerdas en pizzicato representan el andar el burro en el que el Señor entró en la ciudad. Escucharemos una versión para órgano de esta obra en una transcripción de Maurizio Machella.

La interpretación es de Jean-Sébastien Lavens al órgano Aubertin de Eschau.