Bach, sonata para violín BWV 1024

Bach, sonata para violín BWV 1024

¡Feliz domingo! Como es habitual, terminamos la semana con la música de Bach. Lo haremos con otra composición para violín y continuo de la que ni siquiera estamos seguros de que sea del maestro, pero ahí permanece en su catálogo como ha estado siempre.

J. S. Bach

Vamos a seguir con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Dejamos al maestro la semana pasada en una frenética navidad de 1723... a la que le siguió una no menos ajetreada Semana Santa de 1724, en cuyo Viernes Santo hubo una gran novedad. Tras el tempus clausum (más largo que el de Adviento), ese día se estrenó su Pasión Según San Juan. Se interpretaba una pasión ese día desde tiempo de Martín Lutero, que empezó la tradición con una pieza de su compositor Johann Walter. Con el modelo de Kuhnau en mente Bach creó esa gran obra que iba a ser estrenada en principio en Santo Tomás pero fue avisado cuatro días antes de que la ubicación cambiaba a San Nicolás, por lo que incluso tuvo que hacer modificaciones en la partitura para que todo funcionase mejor en ese nuevo templo.

Hoy disfrutaremos de la Sonata para violín en do menor, BWV 1024. Algunos estudiosos opinan que pudo ser compuesta al alimón entre Bach y Pisendel. Se conserva en dos manuscritos, uno en Dresde y otro en Wiesentheid. Si no fue compuesta de forma conjunta por ambos miembros sí pudo ser escrita para Pisendel, el líder de la capilla de la corte, precisamente, de Dresde. Se abre con un Adagio que tiene un carácter casi improvisatorio. El Presto sigue con un bello contrapunto plagado de síncopas que dan paso a una fluida melodía del violín a base de corcheas. Un breve Affettuoso nos lleva al Vivace conclusivo, también con una brillante exposición por parte del violín.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Penelope Spencer (violín) y David Roblou (clave).

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