Bach, suite BWV 995

Bach, suite BWV 995

¡Feliz domingo! Hoy tenemos cierta novedad puesto que cambiamos de instrumento. A lo largo de muchísimas semanas hemos disfrutado de música para teclado pero hoy lo vamos a hacer para un instrumento para el que a muchos sorprenderá que Bach hubiese compuesto obras. No solo eso sino que son verdaderas composiciones maestras, que están en el repertorio de los intérpretes de forma asidua.

J. S. Bach

Antes, recorramos la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Lo habíamos dejado en Hamburgo dando varios recitales que había escogido cuidadosamente. Parece ser que interpretó su amplia cantata BWV 21 al igual que su BWV 542 para órgano, con una sorprendente armonía y un cromatismo que casi deja sin habla. Reincken, al que parece que homenajeó en esta pieza para órgano, fue el artífice de todo ello. Había vacante un puesto en la iglesia de St. Jacobi y, sin duda, Bach era el candidato perfecto; así lo pensaron los responsables. Sin embargo, decidió volverse a Cöthen y no hubo nada que le hiciese cambiar de opinión y quedarse en la ciudad hanseática. Tan claro lo veían que tuvo que incluso escribir pidiendo que su nombre fuese retirado de la lista de candidatos porque no lo era tal.

Escuchemos su Suite para laúd en sol menor, BWV 995. Parece que fue escrita a finales de la década de 1720, primero en una versión para violonchelo aunque la de laúd es más idiomática ya que la obra parece más adecuada al estilo brisé de del instrumento. Aquí también Bach brilló y se adaptó al estilo tradicional francés visto desde el tamiz alemán, haciendo una especia de fusión. Así, se mezclan los movimientos más serenos y melancólicos con otros más movidos, de forma que la suite es muy variada. Bach compuso una pieza extraordinariamente agradable al oído y que los guitarristas y laudistas han incorporado a su repertorio con una gran asiduidad.

La interpretación es de Klaudyna Żołnierek al laúd.

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