¡Feliz domingo! Ya va poco a poco el mes de septiembre decayendo pero todavía queda. Espero que lo estés llevando lo mejor posible. Si todos los años septiembre es un mes complicado este es mucho más. La música de Bach es buena consejera si necesitas alguien que te acompañe en tu día a día. Las tocatas que estamos escuchando seguro que son el complemento perfecto.

Disfrutemos con la biografía de Johann Sebastian Bach (1685-1750), compositor alemán nacido en Eisenach. Cuando se estableció en Mühlhausen pidió lo mismo que le pagaban en Arnstadt: 85 florines. Sin embargo fueron algo más generosos y también le pagaron en especie. Era tradicional que los organistas de San Blas (él) y Santa María se alternasen para tocar semanalmente en el servicio religioso para chicas, algo que Bach hizo nada más llegar. Lo mismo ocurría con las iglesias de San Kilian, Todos los Santos y Santa Cruz. Puesto que en Mühlhausen también había más boda ello le dio oportunidad de tocar más y de ganar algún dinero extra. Todo ello era favorecido por la presencia de asistente. Así, Johann Martin Schubart lo fue de Bach entre 1707 y 1717.

Escuchemos su Toccata en re menor, BWV 913. Es una obra audaz que recibe inspiración directa de Buxtehude. Podría ser la tocata para teclado más antigua suya que pudo ser compuesta tras su visita al maestro en Lübeck. El género está llevado hasta el límite de sus posibilidades, gracias a esa fresca corriente que se trajo del norte de Alemania. Un preludio muy arriesgado da paso a dos fugas que interrumpe por medio de un adagio entre ellas. Necesitaba explorar todos los límites para que su efervescente creatividad pudiese ser liberada por lo que estos tipos de obras le venían como anillo al dedo para escudriñar todos los rincones de la música como a él le gustaba. Pudo hacerlo plenamente cuando después de Arnstadt fue contratado en Mühlhausen, como hemos visto en la biografía.

La partitura de la composición puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Siebe Henstra al clave.