Bello piano

Sonata Hob. XVI/48, Haydn

¡Feliz jueves! Nuestro compositor de hoy fue un genio en casi todo lo que tocó (por no decir todo). Si bien su música ha quedado algo a la sombre de la de Mozart (quien llamaba «papá» a nuestro músico de hoy), la calidad es tan alta que flaco favor haríamos si solo nos aproximásemos a su música por comparación.

F. J. Haydn

Obviamente, me refiero a Joseph Haydn (1732-1809), compositor austríaco nacido en Rohrau, localidad que estaba casi en la frontera con Hungría. En 1761 firmó en contrato para encargarse de la música del príncipe Esterházy y hay quien ha calificado de jaula de oro para Haydn al palacio del mismo. Las relaciones eran impresionantes, con frecuentas contactos con personas de la más alta alcurnia y el trabajo también era abrumador pero el compositor poco a poco se sintió cada vez más aislado, alejado del mundo mientras su reputación subía como la espuma gracias, entre otras cosas, a los encargos del príncipe. Haydn y Mozart eran abiertamente amigos y se admiraban mutuamente; todo está documentado. Con Beethoven la cosa no era tan sencilla, ya que el de Bonn fue a estudiar con él y cogió a Haydn con cierta edad y no pudo atenderlo como se merecía.

Vamos a escuchar la Sonata para piano en do mayor n. 58, Hob. XVI:48. Está compuesta en solo dos movimientos y el maestro lo hizo poco después de escribir sus sinfonías parisinas. En esta sonata Haydn comienza a explorar las posibilidades que el fortepiano le permitía y que luego Beethoven llevaría a las más altas cotas. Se abre la pieza con un Andante con espressione. El movimiento tiene una longitud fuera de lo normal pero desde el principio apreciamos que estamos escuchando una música perfectamente labrada y emocionante. Tras una aparición el tema algo tormentosa la pieza conduce al Rondo, Presto final, con la alegría en cada una de sus notas, que fluyen hacia un clímax que se alcanza casi sin un esfuerzo aparente.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Glenn Gould al piano.

Volver arriba