Bueno es dar gracias a Dios

Salmo 92, Schubert

¡Feliz martes! No es la primera vez que digo del compositor de hoy que vamos a escucharlo en un género para el que habitualmente no estamos acostumbrados. Sin embargo, la calidad y la habilidad de los grandes maestros radica en saber adaptarse con éxito a todo.

Franz Schubert

Una vez más escucharemos la música de Franz Schubert (1797-1828), compositor austríaco nacido en Viena. «Verdaderamente, Schubert es una chispa divina» (Ludwig van Beethoven). «Mi amor por Schubert es muy serio, probablemente porque no es una fantasía fugaz. ¿Dónde hay un genio como él, que se eleva con tanta audacia y seguridad? Para mí es como el hijo de los dioses, que juega con el trueno de Júpiter, aunque ocasionalmente lo maneja de forma extraña. Pero juega en tal región, a tal altura, que los demás están lejos de acercarse a él» (Johannes Brahms). «El músico más poeta que ha vivido jamás» (Franz Liszt). «Puede conseguirlo todo: compone canciones, misas, óperas, cuartetos y cualquier cosa que se te ocurra» (Antonio Salieri). «En cuanto a originalidad de armonía y modulaciones, y su talento por el color orquestal, Schubert no tiene quien lo supere» (Antonín Dvorák).

De él vamos a escuchar su Salmo 92, D. 953. Es una pieza totalmente inusual porque el texto está cantado en hebreo, sin duda un hándicap para los intérpretes; Schubert compuso la obra para el barítono judío Salomón Sulzer, directamente para el servicio del sábado. Sulzer era el encargado de reorganizar la música en la nueva sinagoga de Viena y decidió incluir la música de nuestro maestro de hoy. Sin embargo, tampoco sabemos por qué aceptó la propuesta de componer esta obra en julio de 1828, pocos meses antes de morir. Para nada es descartable la cuestión económica, puesto que siempre estaba escaso de dinero. Parece ser que también admiraba la bella voz de Sulzer (se cuenta de forma apócrifa que incluso pidió al barítono que cantase una misma obra suya hasta tres veces).

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es del Deutscher Kammerchor.

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