Cantad al Señor

Cantate Domino, Hassler

¡Feliz miércoles! La música de hoy está llena de esa alegría con la que los compositores suelen dotar a sus obras cuando son una clara alabanza a Dios. El compositor de hoy, de esos nombres que aparecen muy a menudo pero que son muy poco escuchados, nos a regalar un ratito de una música de ese tipo.

Hans Leo Hassler

Con nosotros está hoy Hans Leo Hassler (1564-1612), compositor alemán nacido en Núremberg. Se dice de él que fue quien importó el estilo italiano en Alemania. Como otras veces, su padre fue quien lo inició en la música pero pronto vio conveniente enviarlo a Venecia para estudia con los dos Gabrieli. En 1586 estaba al servicio de Octavio Fugger II y compuso prolíficamente para él. Tras la muerte del monarca fue la ciudad de Augsburgo quien le ofreció un trabajo y luego llegó a ser ciudadano de Ulm. En 1608 fue contratado por Dresde pero su salud era precaria y ya no le permitió componer demasiado. Su música, influida por los Gabrieli y Lassus es eminentemente polifónica y veces con un pie más puesto en el XVI que en el XVII. Usó sobre todo la técnica del cantus firmus de donde deriva la mayoría de sus motivos.

Escuchemos su motete Cantate Domino, a cuatro voces. Es una obra plenamente exuberante que no puede negar esa influencia veneciana que le sale por los poros. Es de una gran vitalidad y su estilo homofónico está lleno de suntuosidad y de esa alegría que la música veneciana tanto aporta siempre. El acompañamiento de los instrumentos de metal no solo hace reforzar esa maravilla de obra. El texto es el propio del introito de la misa del cuarto domingo de Pascua y ese ambiente pascual es el que recorre la pieza de principio a fin. La pieza fue publicada en Sacri Concentvs. Quatuor, 5, 6, 7, 8, 9, 10, & 12 Vocum. A Ioanne Leone Haslero Norimbergensi, publicado en Augsburgo en 1601.

La interpretación es de un conjunto de solistas e instrumentistas dirigidos por Jörg-Andreas Bötticher.

Volver arriba