En realidad, todas las cantigas están dedicadas a la Virgen pero la de hoy comienza más o menos como el título de esta publicación. Es la cantiga n.º 51, fue compuesta y redactada por el rey Alfonso X el Sabio o su escuela y lleva por título A Madre de Déus devemos tẽer mui cara.

Se nos dice que Esta é como a omage de Santa María alçou o gẽollo e recebeu o cólbe da saeta por guardar o que estava pós ela. Es decir, que de nuevo nos encontramos con el milagro de una imagen de la Señora. El conde de Poitiers puso sitio a un castillo en Orleans. Los sitiados pusieron una imagen de la Virgen sobre la puerta del castillo y le rezaron. El encargado de la puerta se salvó de recibir una flecha y el conde, al ver el milagro, entró en la ciudad como peregrino, de forma que la imagen de la Virgen ya no se retiró de ahí.

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La interpretación es del Ensemble Obsidienne.