¡Feliz lunes! Vamos a ir empezando esta semana que ya nos conduce a cierta normalidad (aunque en estos tiempos esa palabra está algo usada) tras las fiestas navideñas. La música de hoy nos servirá para ponerle cierto brillo a este complicado día laborable.

Alguna que otra vez he traído por aquí algo de Henri Mulet (1878-1967), compositor y organista francés nacido en París. Estudió en el conservatorio de la capital parisina, especialmente órgano con Widor y Guilmant. Tras ello llegó a ser organista titular de importantes templos como San Pedro de Montrouge, San Eustaquio, San Roque o Saint-Philippe-du-Roule, todas en París. Mulet se dedicó principalmente al órgano sinfónico, para el que compuso una buena cantidad de obras, a la vez que también reaccionaba a ciertas innovaciones organeras. Sus obras está ricamente armonizadas y requieren de una depuradísima técnica, quizá imitando en muchas las obras de Widor, Gigout o Boëllmann, algunos de sus grandes contemporáneos.

Mulet es famoso por su Carillon-Sortie, por supuesto, para órgano. Es una obra que compuso antes de 1917, cuando era profesor de órgano de la École Niedermeyer y organista en la iglesia de San Roque de París. Lo que escuchamos aquí no es ni más ni menos que un voluntary en forma de tocata que imita a las campanas, algo que se usaron muchos los compositores franceses de la época. La composición, que requiere tanto de una registración como de una técnica muy depurada, está dedicada a Joseph Bonnet, que era organista en San Eustaquio de París.

La interpretación es de Magne H. Draagen al órgano Steinmeyer de la catedral de Nidaros en Trondheim (Noruega).