¡Feliz martes! Hoy es martes de carnaval, como sabes, previo al Miércoles de Ceniza. Imagínate que estamos el épocas antiguas. Antes, la Iglesia dominaba la moralidad y el comportamiento diario de todos por lo que en Cuaresma todo eran rigores, penitencias y confesiones. Todo lo mundano estaba prohibido en este tiempo litúrgico, por lo que el martes de carnaval era la última oportunidad para tener contacto con lo profano antes de empezar los previos de la Semana Santa.

La música para hoy es de Johann Strauss (1804-1849), compositor austríaco nacido en Viena. En este caso, es el padre del también famoso Johann Strauss, el más destacado compositor de valses. El padre también era un extraordinario compositor del género. Aunque sus valses no son un prodigio de composición  sí tienen la genuina naturaleza y espontaneidad que gustaba a los vieneses. A los trece años empezó a estudiar música, aprendiendo violín y viola; formó trío con Joseph Lanner (también un famoso compositor de valses). Dejó su trabajo para este y fundó su propia orquesta a la vez que se ponía a componer. Orquesta y director se hicieron famosos pero Strauss era más ambicioso y se dedicó a llevar a cabo una carrera por toda Europa, sin parar de dar conciertos. Su hijo comenzó también a crecer como compositor llegando a ser casi un rival del padre. Sin duda, Johann Strauss padre nos ha legado infinidad de deliciosas melodías que suenan, especialmente, cada primero de enero.

Es el caso del galop Der Carneval in Paris, op. 100. Está dedicado a las bellas mujeres de París. En 1837 Strauss y su orquesta viajaron a la capital parisina, dando conciertos por diversas ciudades intermedias. Al primer concierto que dio asistieron famosos compositores como Auber, Berlioz, Cherubini o Meyerbeer. La audiencia quedó entusiasmada y el concierto fue un rotundo éxito. Siguieron por Paris y incluso Paganini fue a escucharlos, y fue todo un acontecimiento. El 27 de enero de ese año, con motivo de un baile, Strauss tuvo oportunidad de estrenar este galop, que fue publicado poco después en Viena. El editor escribió: «El 27 de enero Strauss y el director Dufresne dirigieron sus orquestas fundidas y en alternancia. Después de que el compositor vienés escribiese un alegre galop, Le carneval de Paris, hommage aux dames, para esa noche, la danza fue arreglada para piano y se presentó gratuitamente a las señoras presentes. Todo el mundo quedó encantado por la galantería del director vienés». A la vitalidad francesa se le une la genialidad alemana, de forma que esta breve pieza es una constante invitación a la danza.

La partitura (para piano) de la pieza puedes descargarla aquí.