¡Feliz viernes! Para muchos, la música clásica estadounidense es conocida gracias al compositor de hoy. Tiene obras que son muy reconocibles (y hasta bailables) y otras que no lo son tanto, como el ejemplo de hoy.

La música de hoy es del gran Aaron Copland (1900-1990), compositor estadounidense nacido en Nueva York. En su vida, obviamente, abundan las anécdotas o las curiosidades. Nunca tuvo una especial afinidad por la ópera aunque la forma musical le atrajo y le resultaba atractiva; la llamaba «la forme fatale» y llegó a componer dos de ellas. Durante mucho tiempo trabajó como director de orquesta, lo que le daba unos ingresos extra que de alguna forma eran suculentos. Una vez, el maestro se compró un coche nuevo y sus amigos le felicitaron pero, con algo de retranca, le dijeron: «¡Aaron, ese no es el coche de un compositor!». A eso el compositor respondió, no sin menos sorna: «¡Claro que no! ¡Porque no lo es! Es el coche de un director de orquesta».

Vamos a escuchar su obra titulada Letter from home. Es una obra completada en 1944 y, en sus propias palabras, «Es muy sentimental, pero no pretende ser tomada demasiado literalmente. Solo quería verbalizar las emociones que podrían haber aflorado de forma natural tras recibir una carta desde mi casa» (con malas noticias). Copland llenó esta obra de nostalgia, melancolía y tristeza ya que las noticias eran que su madre había fallecido y su padre estaba muy delicado. Copland se identifica con un soldado que es quien recibe la misiva. Los grandes espacios americanos también están presentes en esta obra, con ese característico sonido que siempre Copland consigue en sus composiciones.

La interpretación es de la Orquesta Filarmónica de Búfalo.