Castillos de España

Castillos de Espáña, Moreno Torroba

¡Feliz martes! Que España (y los españoles, claro está) es grande no hay quien lo dude. Nuestra geografía está plagada de verdaderas maravillas. Desde los cuatro puntos cardinales encontramos verdaderas joyas que nos dejan boquiabiertos. Algunas de ellas son los castillos que pueblan nuestros campos y nuestras sierras. Precisamente a estas inmortales piezas de arquitectura es a las que está dedicada la composición de hoy.

Federico Moreno Torroba

Es de Federico Moreno Torroba (1891-1982), compositor español nacido en Madrid. Empezó estudiando con su padre, que daba clases en el conservatorio; allí el hijo también estudió con Conrado del Campo. Pronto descubrió que se le daba bien el género de la ópera y el de las zarzuelas, género al que acudió en la década de 1920. Compuso unas ochenta de ese género, entre las que está la conocidísima Luisa Fernanda. A la vez que las componía, Moreno Torroba también se dedicó a producirlas como empresario, algo por lo que adquirió un bien éxito. Como instrumento nacional, la guitarra también captó la atención del maestro y escribió obras para Sabicas y los hermanos Romero, siempre con el folklore español como base. Fue tenido en tan alta estima que en 1974 fue nombrado presidente de la Sociedad de Autores Españoles a la nada desdeñable edad de ochenta y cuatro años.

Precisamente para guitarra es la obra que te ofrezco hoy. Se titula Castillos de España y fue publicada el dos volúmenes: el primero en 1970 y el segundo en 1978. En todo momento, Moreno Torroba mantiene ese aire de misterio y de casticismo en toda la obra. Aunque las piezas elegidas corresponden a castillos que existen, el maestro usa en todo momento ese aire irreal y casi mágico que impregna toda la composición. Empieza con Turégano con una bella melodía que nos recuerda a un poema renacentista. Torija es una elegía llena de nobleza y en Manzanares el Real la guitarra imita en cabalgar de los caballeros. Montemayor evoca la grandeza de la época romana y Alcañiz está escrito en forma de danza con compás de 3/8. Sigüenza es un andantino en forma de canción de cuna y Alba de Tormes es como una especie de interludio con un bello diálogo. Termina esta selección con el Alcázar de Segovia, con rítmicos acordes y una sección central en modo menor entre un río de modulaciones muy conseguidas.

La interpretación es de Andrés Segovia a la guitarra.

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