Concierto para piano

Concierto para piano, Beach

¡Feliz viernes! Podría decir que hoy vamos a escuchar sencillamente un concierto para piano pero para nada es sencillo. Además, vendrá de parte de una compositora que de vez en cuando nos ha acompañado por aquí y siempre nos ha dejado un muy buen sabor de boca. Vamos a disfrutar, una vez más, de su música.

Amy Beach

Nos visita Amy Beach (1867-1944), compositora estadounidense nacida en Henniker. Se empezó a formar con pocos años y con cuatro añitos ya componía algunas cosas; con siete dio sus primeros recitales al piano. En 1883 empezó su carrera como pianista, algo limitó una vez se casó, de forma que se dedicó más intensamente a la composición. Adquirió el lenguaje romántico como punto de partida, con ricas texturas y un cromatismo muy destacado. Diversas organizaciones importantes le encargaron obras de forma que poco a poco se fue convirtiendo en una autoridad en Estados Unidos. De hecho, está considerada la compositora americana de más éxito. Cuando su marido murió continuó viajando como pianista y en Europa llenó teatros, causando la admiración de todos, tanto como compositora como pianista.

Disfrutemos de su Concierto para piano en do sostenido menor, op. 45. Empezó a componerlo en 1897 y es una obra con la que parece reconciliarse con las salas de conciertos. En 1900 se estrenó la composición con la propia Beach como solista. La obra fue dedicada a Teresa Carreño, quien aceptó amablemente la dedicatoria e intentó estrenarlo con la Filarmónica de Berlín pero finalmente no pudo tocar nunca la obra. Beach se cita a si misma e incluso llega a ver la obra como para una persona (ella) enfrentada a las fuerzas (la orquesta) que evitan que se dedique a su pasión que es la música. Está dividida en cuatro movimientos, con el primero de carácter serio y una rica cadencia para el piano. El segundo es un perpetuum mobile y el tercero, el lento, es trágico y oscuro, dando paso inmediatamente a un brillante rondó final.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Alan Feinberg (piano) y la Orquesta Sinfónica de Nashville dirigida por Kenneth Schermerhorn.

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