¡Feliz lunes y feliz Adviento! Ayer empezamos este camino de esperanza que culminará con el nacimiento del Dios que se hace humano como nosotros. La música para este tiempo esperanzado es abundante y poco a poco vamos a ir escuchando algunas de ellas en estos días. Vamos a empezar por la puerta grande.

Uno de los más grandes polifonistas de la historia de Orlande de Lassus (1532-1594). Era contemporáneo de Victoria, de Palestrina y de Byrd. Tuvo una vida bastante agitada y movida. Parece ser que en 1590 sufrió una profunda crisis de neurastenia que lo tuvo al borde de la locura. En una plaza de Múnich hay una estatua en su recuerdo pero, sin embargo, desde 2009 ha adquirido un protagonismo distinto. Ese año falleció Michael Jackson y sus fans fueron llevando allí fotos y flores en su memoria (del cantante americano). Por tanto, los pies de Lassus se han visto coloreados gracias a los tributos de los amantes del pop. Sea como fuere, Múnich, su ciudad adoptiva (Lassus era francoflamenco) justamente le ha dedicado un lugar a uno de sus compositores más reputados.

Disfrutemos de su himno Conditor alme siderum, a cinco voces. El maestro las usa todas excepto en el cuarto versículo, momento en que usa solamente dos voces que dialogan entre ellas hablando, curiosamente, del poder de Dios. Por lo demás, Lassus nos regala su habitual exuberante polifonía llena de brillo y de esa emoción que él imprimía a sus piezas. Una verdadera maravilla para empezar este santo tiempo de Adviento.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La versión es de Die Singphoniker.