¡Feliz viernes! Quizá sea la cantata BWV 4 de Bach la que más famosa se ha hecho usando este famoso coral luterano. Sin embargo, hoy vamos a remontarnos a una época algo anterior para disfrutar, precisamente, de un precursor del maestro que nos acompaña cada domingo. Disfrutemos de esta música típicamente pascual.

Se trata de Samuel Scheidt (1587-1653), compositor alemán nacido y fallecido en Halle. Fue uno de los que aportó nuevos aires a la música religiosa alemana aunque hoy día es más conocido por su obra instrumental. Fue contemporáneo de Schütz y Shein y entre los tres se encargaron de fundir perfectamente los estilos del norte y del sur de Alemania. Marchó durante un tiempo a Ámsterdam a estudiar con Sweelinck, cuya música publicaría en Alemania. Entre 1609 y 1625 trabajó para Cristian Guillermo de Brandeburgo y, durante ese tiempo, también se editar diversas colecciones. Al quedarse sin empleo, permaneció en Halle y, en 1628, la localidad le reconoció la lealtad nombrándolo director de música.

Escuchemos su coral Christ lag in Todes Banden. Se basa en el coral homónimo de Lutero y Scheidt lo armoniza en una exuberante composición a ocho voces en doble coro. Enfatiza las palabras Für unsre Sünd gegeben («fue sacrificado por nuestros pecados») haciendo que los dos coros canten a la vez. Fuera de ahí, los dos conjuntos siguen respondiéndose antifonalmente hasta que, al final, en movimientos paralelos, las voces cantan una alabanza al resucitado que estuvo atado a la muerte pero que Dios lo liberó. Un verdadero bombón (publicado en Hamburgo en 1620) para los comienzos de este tiempo pascual.

La partitura de la obra puede descargarse aquí.

La interpretación es de Vox Luminis.