Dando siempre gracias a la Virgen

Básicamente ese podría ser un buen resumen de las Cantigas de Santa María, que el rey Alfonso X el Sabio compusiese allá por el siglo XIII. En cualquier caso, la de hoy, la cantiga n.º 57, trata sobre eso y lleva por título Mui grandes noit' e día devemos dar porende.

El epígrafe que se nos ofrece es Esta é como Santa María fez guarecer os ladrões que foran tolleitos porque roubaran ũa dona e sa companna que ían en romaría a Monsarrat. En Montserrat, una buena señora bajó a la fuente para refrescarse y seguir su camino. Un ladrón la dejó sin nada y la señora se marchó junto con su séquito muy apenada. Suplicó a la Virgen y el prior del monasterio salió inmediatamente en busca de los malhechores. Estaban como paralizados ni no podían hacer casi nada por lo contrahechos que estaban. Fueron llevamos al altar para que Dios cumpliese su voluntad. La Virgen los sanó y los ladrones juraron que nunca más cometerían delitos. Otro ejemplo curioso más de la forma de contar milagros y explicar la moral en la época medieval.

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La versión es de Eduardo Paniagua.

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