Dedicado a los difuntos

Requiem, Bonefont

¡Feliz lunes! Empezamos otra semana de este mes de agosto, de tantos sobresaltos, y podemos hacerlo recordando a nuestros difuntos, más o menos cercanos, más o menos lejanos. Con esto de la pandemia hablamos a veces de fallecidos como si fuesen algo abstracto pero tras cada uno hay una historia. Siempre me es grato traerte a alguien nuevo y hoy vamos a conocer a un nuevo maestro que nunca ha sonado por aquí.

Clermont-Ferrand

Hoy te diré que la protagonista solo es la música, de Simone de Bonefont (fl. 1551-57), canónigo de la localidad francesa de Clermont-Ferrand. Lo que sabemos de él es a partir de la página inicial de su misa de difuntos, que escucharemos. En 1551 y 1557 se imprimieron diversas canciones suyas. Poco más se sabe. También aparece como Simon de Bonnefond.

Precisamente vamos a escuchar su Missa pro mortuis. Está compuesta a cinco voces y está formada por las habituales partes: Introito, Kyrie, Gradual en rito sarum (Si ambulem), Ofertorio, Sanctus, Benedictus, Agnus Dei y el motete de comunión. Casi todas ellas están escrita en textura a cinco voces, es decir, que no varía el número de ellas. El cantus firmus aparece a veces en las voces superiores y las graves lo imitan en forma de paráfrasis. Lo mejor será dejar paso a la música, que es impresionante.

La interpretación es del Huelgas Ensemble dirigido por Paul van Nevel.

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