Desgraciado de mí
¡Feliz martes! Creo que no es la primera vez que traigo por aquí música con este famoso texto de un conocido monje que predicó en Florencia y trajo a la Iglesia algo de cabeza. Por encima de cuestiones teológicas, aquí nos interesa la música y la de hoy viene de la mano de quien sería uno de los polifonistas más grandes del siglo XVI, solo igualado por Victoria y Palestrina. ¡Casi nada!
Me refiero a Orlande de Lassus (1532-1594), compositor belga nacido en Mons. Quizá lo conozcamos más por sus obras religiosas pero, realmente, en lo que destacó fue en la música profana y compuso una gran cantidad de madrigales, chansons francesas, etc. De toda la música impresa en Europa entre 1555 y 1600, los tres quintos eran obras de Lassus. En 1544 entró al servicio de Ferrante Gonzaga y luego tuvo oportunidad de trabajar en Mantua, donde estuvo cierto tiempo, de ahí que también lo conozcamos con su nombre en italiano: Orlando di Lasso. En 1551 se encargó del coro de la basílica de San Juan de Letrán de Roma y fue sucedido, dos años más tarde, por Palestrina. En 1557 comenzó al servicio del duque Alberto V de Baviera con lo que no solo le permitió viajar de forma asidua (sobre todo a Venecia a conocer a los Gabrieli) sino que se estableció definitivamente en Múnich.
Escuchemos su motete Infelix ego, para seis voces con texto de Girolamo Savonarola. Se trata de una obra de 1566 y ese reconocido texto no es más ni menos que una meditación sobre el salmo 51 y parece que el monje lo escribió la noche antes de ser ejecutado en Florencia en 1498 debido a sus ideas herejes y cismáticas. Lassus, haciéndose eco del poema, compone una obra oscura pero llena de espiritualidad, con un cromatismo que lo impregna todo y que nos describe el turbulento momento, hostil y confuso, por el que el monje estaba pasando. Una verdadera delicia.
La partitura de la obra se puede descargar de aquí.
La interpretación es del conjunto Magnificat digirido por Peter Cave.