¡Feliz jueves! ¡Qué expresión tan bonita y consoladora! Ser conscientes de que somos bendecidos por el Padre es algo muy profundo y a la vez requiere de una gran responsabilidad puesto que también tenemos que llevar a ese Dios a los demás.

La obra de hoy es de Kuldar Sink (1942-1995), compositor estonio nacido en Tallin, también especializado en la flauta. En la escuela de música de Tallin estudió composición con Veljo Tormis y luego continuó sus estudios en Leningrado. Sus primeras obras reflejan una clara influencia de maestros como Messiaen o Debussy, y muestras cómo a Sink le interesaba especialmente el sonido. Tras un pequeño periodo neoclásico, empezó a usar elementos y métodos seriales. También hizo uso de clústeres y de la aleatoriedad. De todas formas, aunque su estilo es de vanguardia, es menos estricto que el de su compatriota Arvo Pärt. Encontró una nueva vía de experimentación en la música popular de Asia, lo que hizo que sus propias composiciones fuese más libres, adquiriendo un carácter casi improvisatorio.

La composición suya que escucharemos se titula Issand, õnnistagu sind, es decir, «Dios te bendiga». Es una obra para bajo y coro masculino. La influencia de la música religiosa oriental es obvia. El estonio elabora una pieza a modo de plegaria, en la que el bajo solista es el encargado de llevar los diversos episodios de la composición. El coro alterna momentos casi homofónicos con otro en los que la polifonía es más libre. Nunca se pierde el tono de plegaria a Dios, a veces misteriosa, a veces triunfal, pero siempre profunda.

La interpretación es de Mareks Lobe (bajo) y el Coro Masculino Nacional de Estonia dirigido por Ants Soots.