¡Feliz lunes! Otra semana que comienza en este mes de julio típico del verano aunque atípico por todo lo que nos está pasando. Las composiciones que tienen forma de elegía son, obviamente, especialmente nostálgicas y la de hoy no se va a quedar atrás. Nos emocionará con su serenidad y su emoción. Vamos a darle la bienvenida al compositor porque creo que nunca ha estado por aquí.

Nos visita Rudolf Matz (1901-1989), compositor croata nacido en Zagreb. Fue un extraordinario chelista, profesor y compositor. Con diez años entró en la Academia de Música de Zagreb y ahí estudió el chelo con Umberto Fabbri aunque quien más influyó en él fue el violinista Vaclav Huml. Fue un increíblemente activo animador de la vida musical de Croacia, organizando multitud de conciertos y fundando diversos grupos. Fue pionero también a la hora de establecer en su país la terapia musical como una profesión consolidada. Existen casi setecientas partituras de Matz, muchas de ellas, obviamente, para el chelo. También se conservan de él multitud de artículos y correspondencia que permite conocer a esta fascinante personalidad nada conocida.

Vamos a escuchar su Elegija para chelo y orquesta de cuerda. Está basada en la canción popular «Vehni, vehni fijolica». La voz del chelo canta de la forma tan emocionante a la que nos tiene acostumbrados. Una composición para, por encima de palabras, dejarse llevar por su extrema belleza.

La interpretación es de Hauser y los Solistas de Zagreb.