¡Feliz lunes! Pues eso, vamos a empezar la semana escuchando una sinfonía. No será una de esas grandes sinfonías al uso, sino otra de tamaño menor, pero que fueron de alguna forma pioneras en la creación del género.

La obra de hoy es de Josef Mysliveček (1737-1781), compositor checo nacido en Praga. Estudió en su ciudad natal, pero en 1753 fue expulsado por sus malas notas. Diez años más tarde se marchó a Venecia para estudiar composición y era conocido con el seudónimo de il Boemo, puesto que para los italianos era muy complicado pronunciar su apellido. Hizo varios intento por estrenar óperas. Era amigo de Mozart y este ayudó a que su amigo fuese famoso. Es más, Mozart hizo uso de varios motivos de Mysliveček, especialmente en su ópera Mitridate, rè di Ponto K. 87, basada en un modelo del checo. Se dice que el salzburgués también aprendió de Mysliveček el gusto por el uso de los vientos, ya que este los usó de forma regular en sus composiciones.

Escuchemos su Sinfonía en sol para dos trompas, dos oboes y cuerdas, ED.10:G10. Fue compuesta en la década de 1770 y sigue la orquestacion habitual que era usada en Italia por ese tiempo. También suprime las trompas en el movimiento lento y divide las violas, con los oboes caminando en movimientos paralelos. Es una obra que es muy complaciente no solamente con nuestros oídos, sino con los de la época, ya que el maestro la compuso para solaz de las audiencias, ávidas de buscar nuevos sonidos y nuevas corrientes procedentes de Italia.

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es de Concerto Köln.