Escenas del bosque

Escenas del bosque, Schumann

¡Feliz jueves! Si has paseado alguna vez por un bosque (o has hecho senderismo o acampada) sabrás que está poblado de sonidos, de olores, de ambientes, etc. Todo esto lo recoge la composición de hoy y el éxito en esto está asegurado porque quien se encargará de ello es uno de los maestros románticos más asombrosos que han existido y cuyas composiciones están en la cima del Olimpo.

Robert Schumann

Me refiero a Robert Schumann (1810-1856), compositor alemán nacido en Zwickau. Cegado por el deslumbrante virtuosismo de Liszt y Chopin, decidió hacerse también virtuoso del piano pero tuvo una lesión y no pudo seguir ese camino; eso le llevó a hacerse compositor. Le encantaba pasear por los bosques y los caminos porque disfrutaba del silencio con el que se sentía muy cómodo. Otro de sus deleites era pasar el tiempo con sus siete hijos: les contaba cuentos, les leía textos, salía a pasear con ellos y le encantaba estar en familia. De hecho, muchas de sus obras se inspira en ese ambiente onírico de los niños y al que a él mismo le gustaba evadirse. Todo ello conjugaba perfectamente con su capacidad poética y evocadora por lo que en esos ambientes se sentía como pez en el agua, algo que se aprecia perfectamente en sus bellas obras.

Todo esto podemos reflejarlo en estas Waldszenen, op. 82. Es una composición para piano escrita entre 1848 y 1849 formada por nueve pequeñas piezas. La primera, Entrada, tiene una estructura asimétrica muy llamativa. Seguimos con El cazador en la emboscada, que tiene los sonidos típicos de las obras de caza. Viene luego Flores solitarias, que muestra un asombroso equilibrio entre las dos manos. Luego escuchamos Puesto de caza, con ritmos con puntillo a los que le sigue los tresillos de Paisaje agradable, con sus efectos poéticos. En la taberna, presenta diversos materiales también bien equilibrados. La parte más famosa es El pájaro profeta, lleno de delicadeza. Otros sonidos típicos aparecen en Canción de danza y da paso a la conclusiva Despedida, en forma de canción sin palabras.

La partitura de la obra puedes descargarla aquí.

La interpretación es de Peter Serkin al piano.

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