¡Feliz jueves! Para los amantes de la música, hoy es un gran día puesto que hoy se cumple el 250.º aniversario del nacimiento de este maestro que cambió ha historia de la música. Bueno, exactamente del nacimiento no, como veremos ahora, pero lo importante es escuchar su música en este año Beethoven que un virus se ha encargado de estropear. Gracias a Dios, siempre nos quedará su obra.

Vamos, pues, con la música de Ludwig van Beethoven (1770-1827), compositor alemán nacido en Bonn. Curiosamente, no sabemos a ciencia cierta cuándo nació el maestro. Puesto que fue bautizado un 17 de diciembre, todo indicaría que nació el día antes pero no se sabe. Durante mucho tiempo, además, se pensó que había nacido en 1772. El error se debía en verdad a su padre, que lo presentaba como dos años más joven de lo que era para que público lo considerase aún más prodigio. Sus padres eran Johann van Beethoven y Maria Magdalena Keverich y el pequeño nació en la hoy día llamada Beethoven-Haus, que es un museo. Fue bautizado en la parroquia católica de San Remigio. Él mismo estuvo de acuerdo en que ocurrió el 16 de diciembre, puesto que la costumbre era bautizar al recién nacido en las veinticuatro horas siguientes.

Escuchemos su Cuarteto de cuerdas n.º 9 en do mayor, op. 59 n.º 3. Es el tercero de la serie dedicada al conde Andreas Kirillovich Rasumovsky, embajador ruso en Viena, que se la encargó. Parece ser que, en el cuarteto en el que Beethoven y Scuppanzigh tocaban, el propio Rasumovsky interpretaba el segundo violín. La obra fue terminada en 1806 y en ella, al principio, Beethoven pensaba usar melodías rusas, cosa que finalmente no hizo. Se abre con una introducción (Introduction. Andante con moto - Allegro vivace), iniciada por un acorde en fa sostenido. La pieza evoluciona hasta el do mayor en un movimiento magistral. El segundo (Andante con moto quasi allegretto) está conducido por un tema de inspiración oriental, de aire popular, pero original del maestro. El tercero (Menuetto. Grazioso) es un minueto, el primero que componía desde 1802, con un trío en fa mayor. El final (Allegro molto) es arrollador y parece que con él Beethoven quería componer una fuga. ¡Gracias, maestro!

La partitura de la pieza puede descargarse aquí.

La interpretación es del Cuarteto Ebène.