Grandes y maravillosas son tus obras



Hoy te traigo música de un maestro que debuta en estos lares. Es de esos compositores románticos de calidad que el tiempo no ha dado todo el protagonismo que debiera (aunque tampoco es un perfecto desconocido...). Como comprobarás, la música es de la suficiente calidad como para ser un nombre que a partir de ahora tengas en cuenta.

Se trata de Louis Spohr (1784-1859). A pesar del nombre (el original era Ludwig), nació en Braunshweig (Alemania). Compuso nueve sinfonías y diez óperas. Muchos de sus contemporáneos lo situaban en igualdad de condiciones que Mozart, Haydn y Beethoven pero, junto con Cherubini y Gluck, tradicionalmente ha ocupado un puesto inferior. Su obra tiene una mirada puesta en la tradición del clasicismo pero también se fundamenta en la tradición estructural y armónica del romanticismo del XIX. En la época en que Spohr vivió compuso Mozart sus "Bodas de Fígaro" y Wagner su "Tristán e Isolda", paradigmas del clasicismo y del último romanticismo. Para la posteridad, a Spohr se le he reconocido dos inventos: la mentonera del violín (situado en la parte inferior del mismo justo para que el violinista sitúe el mentón) y las letras de ensayo que se escriben en las partituras para que puedan indicarse más cómodamente las partes que la orquesta ha de ensayar.

Entre las obras compuestas por Spohr están los oratorios. El segundo de ellos se titula Die letzten Dinge ("El último juicio") y fue compuesto entre 1825 y 1826. Con él Spohr fue reconocido entre los grandes. Está basado en texto de la Biblia. Un crítico contemporáneo lo calificó como "una de las grandes creaciones de la época". Fue estrenado el Viernes Santo de 1826 en Kassel, donde el coro se había situado en penumbra bajo una cruz iluminada por 600 lámparas. El texto fue escrito por Johann Friedrich Rochlizt, basado en el último juicio del Apocalipsis.

Hoy te traigo Gross und wunderbarlich sind deine Werke ("Grandes y maravillosas son tus obras"). En ella puedes ver cómo todavía el estilo clásico está muy presente en la obra de Spohr, aunque no faltan los elementos dramáticos característicamente románticos.

Está interpretado por Miriam Meyer (soprano), Ursula Eittinger (mezzosoprano), la Kantorei Maulbronn y la Orquesta Rusa Filarmónica de Cámara de San Petersburgo dirigidos por Jürgen Budday.

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