Hosanna al hijo de David

Hosanna Filio David, Victoria

¡Feliz martes! No es que quiera repetirme demasiado pero hoy traigo el mismo tema musical (por decirlo de alguna forma) que ayer pero desde otra perspectiva totalmente distinta. Hoy recurrimos a la siempre sorprendente polifonía de uno de los grandes de todos los tiempos para ponerle música al texto para el Domingo de Ramos.

T. L. de Victoria

La música la trae hoy Tomás Luis de Victoria (1548-1611), compositor español nacido en Ávila. Victoria estuvo mucho tiempo en Roma pero llegó un momento en que deseaba volver a su España natal y así se lo dijo varias veces al rey. En 1587 Felipe II se lo concedió y lo nombró capellán de su hermana, la emperatriz María, que estaba en el convento de las Descalzas Reales de Madrid. Ahí tuvo la tranquilidad suficiente para seguir componiendo y, cuando la emperatriz murió en 1603 le compuso, para sus funerales, el famoso Officium defunctorum. La cantidad de música que compuso Victoria es bastante menor comparada con la de sus dos grandes contemporáneos: Lassus y Palestrina pero muestra un grado de misticismo tal que muchos la han comparado a los poemas de san Juan de la Cruz o de Santa Teresa de Jesús.

Victoria nos trae hoy su motete Hosanna Filio David. Es un motete para el Domingo de Ramos compuesto a cuatro voces. Victoria no elabora una polifonía demasiado complicada y lo que hace es que las voces canten en homofonía con cierta regularidad en la obra. Destaca la solemnidad del momento en que las voces cantata Hosanna, mostrando ese saludo al salvador que entra en un burro en Jerusalén donde moriría asesinado. Victoria escribe una música solemne y con ese punto de nostalgia por lo que pasará en unos días en la ciudad santa. Una verdadera belleza.

La partitura de la composición puede conseguirse aquí.

La interpretación es de Regensburger Domspatzen.

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